[
El Discipulado en la Nueva Era
]
Tomo II
Alice A. Bailey y el Maestro Tibetano Djwhal Khul
Mientras
la intención original detrás de las instrucciones de trabajo grupal
contenidas en el Tomo I, era exteriorizar a través de grupos de nueve
discípulos integrados, el trabajo de nueve grupos organizados
subjetivamente (por eso el nombre de Grupos de nueve dado a este trabajo),
este segundo volumen contiene la enseñanza dada entre los años 1940 y
1949, luego de que el grupo hubiera sido reducido y reorganizado en un
solo grupo, el "nuevo grupo simiente".
Uno de los objetivos principales del nuevo grupo simiente
era asegurar algunas de las principales ideas simientes para la nueva
civilización de la Era de Acuario y también crear un grupo integrado de
trabajadores jerárquicos entrenados, capaces de proveer la cooperación
necesaria con actividades iniciadas por la Jerarquía para fertilizar y
preparar la conciencia humana para la tremenda estimulación del futuro
inmediato. En este libro, por lo tanto, las instrucciones personales
cubren un corto período de tiempo y solo 22 individuos.
La mayor parte de la enseñanza continua enfatizando las
necesidades y los problemas del trabajo grupal, ilusión grupal, conciencia
grupal y la relación de los miembros del grupo, uno con otro, y con el
Maestro a quien buscan servir. "Que tu horizonte sea amplio y tu humildad
grande" se le dice al grupo, de modo que "un ajustado sentido de la
correcta proporción - la definición esotérica de humildad - pueda regular
el crecimiento en todas las relaciones en conformidad con las necesidades
de la evolución del Plan Jerárquico. Dos vitales e importantes aspectos de
la vida del discipulado se ponen de relieve desde el punto de vista de las
técnicas de entrenamiento práctico: meditación e iniciación. La meditación
se muestra no solo como una vía de acercamiento del individuo al alma, y
por el grupo al Maestro, sino como técnica creativa del Señor del Mundo,
por quien todo es traído a la existencia. Todos los centros de conciencia
en el planeta, grandes o pequeños, pueden emplear las mismas técnicas de
meditación para crear las nuevas y muy necesitadas formas con el cambio de
énfasis del flujo de energía y propósito divino. Así, la meditación se
convierte en un acto de cooperación conciente con los "estrictos
propósitos de redención" de nuestra Vida Planetaria.
Las enseñanzas sobre iniciaciones se presentan también en
forma especialmente práctica como hechos de la vida para ser entendidas y
aplicadas.
La glamorosa idea de la iniciación como premio a un modo de
vida bueno y disciplinado, se disipa a la luz de la realidad.
Para el discípulo nada tiene que ver la Iniciación con las
iniciaciones internas de organizaciones, peculiares a muchas ordenes
ocultas y grupos, que no tienen sentido, excepto en el contexto de la
organización en sí misma. Para el discípulo la Iniciación es el resultado
de una expansión consciente en "grandes y más grandes totalidades", una
expansión progresiva dentro de la actual corriente de conciencia de
nuestra vida planetaria. Estas expansiones de conciencia están acompañadas
por sucesivas revelaciones y en este tomo de “El Discipulado en la Nueva
Era” se discuten cinco puntos de revelación, con sugerencias y formas
simbólicas que conducen a su correcta interpretación.
Un discípulo es "uno que sabe". Ha aprendido a través de la experiencia
personal que la ley espiritual y el principio aplicado en servicio, crean
una condición de equilibrio en la que es restaurada la relación entre el
camino de Dios y los caminos de los hombres. A través de ese punto de
fusión puede radiar luz para beneficio de aquellos que tropiezan en la
oscuridad. La verdadera revelación es una experiencia compartida.
Publicado por: Editorial Fundación Lucis - Buenos Aires
- Argentina
Páginas: 654
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ÍNDICE DEL LIBRO
Introducción
Charlas a los Discípulos
Enseñanzas sobre la
Meditación
Enseñanzas sobre la
Iniciación
Instrucciones Personales a
los Discípulos
Los Misterios